El último 13 de octubre Banksy (artista callejero británico) instaló un puesto en Central Park de New York para vender sus obras a un precio de 60 dólares, cuando en realidad cada una de estas obras se cotizan por miles de dólares. Un rótulo que decía “Spray Art” era la publicidad de esta venta y una cámara oculta para captar el interés de las personas.
La caseta se instaló a las 11:15 de la mañana y recién a las 15:30 se realizó la primera compra, seguido de algunas otras reuniendo 420 dólares por ocho cuadros vendidos al final de la jornada (valor real de la venta 250,000 dólares).
El artista publicó en su Web que esta oportunidad no se va a repetir, por otro lado las personas que llegaron a comprar estas obras tendrán motivo de celebrar ya que poseen miles de dólares en arte.
Aprovechando esta situación tres personas Dave Cicirelli, Lance Pilgrim y George Cross, montaron una caseta en el mismo lugar de la venta anterior pero con un rótulo que decía ‘Banksy falso’, esta vez para vender las imitaciones obras de Banksy, y por la compra de cada cuadro se entregaba un certificado de falsedad debidamente firmado por un notario. Sólo basto una hora para vender todas las obras falsas.
Ahora, cada vez que se revela una obra de Banksy, la gente inunda el lugar donde será exhibido.
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